jueves, 29 de diciembre de 2011

Primeras veces


Pues gracias a Dios ya paso la navidad, bueno sigue año nuevo, mi cumpleaños y bueno, el día de la madre. Pero por lo pronto la fecha mas cercana que temía era la noche buena.

Ir a nuestra ciudad fue nostálgico, como todo lo es últimamente. Recorrer las calles frías, nevadas y no saberte ahí me llena de un halo de tristeza que solo tú me podrías entender. Cuando estaba ahí pensé en nuestros rituales, en estarnos acostadas bajo mil cobijas todo el día comiendo recalentado, en llegar a tu casa y platicarte mis reuniones del día, en tomarnos un café rico y calientito mientras no hacíamos nada. Definitivamente extrañé muchas cosas.  

Pero debo agradecerte madre querida, que esa herencia de amor que me dejaste es un colchón blandito donde puedo caer, tus amigas, tus primas, tus amores que me reciben (y me alimentan como si estuviera en engorda, que así parece que regrese) con tanto amor y me hacen menos doloroso el trago. Gracias por dejarme eso.

También gracias por el padre que me diste, porque a pesar de tantos años de abandono, de distancia, de lágrimas y de mitos, por fin esta dando el ancho. Y ahí me tuvo en su casa por primera vez, cenando con el por primera vez, llevándome al aeropuerto y tomándose ese café en donde me lo tome contigo la ultima vez que nos vimos.

Te sentí ahí mami, autorizando todo esto, no enojándote conmigo porque compartí la mesa con ella, porque me deje consentir. Porque tú sobre todas las personas sabes como necesitaba de las atenciones de él, de sus mimos y como el también necesita dármelos, como hubieras querido estar ahí dándole gracias a la vida por una oración mas respondida.

Fue diferente, fue triste, fue raro y a la vez, fue lindo. Y ahí estuviste tú, no se como, pero te sentí en cada momento.  

4 comentarios:

  1. Balada, me impresionas cada vez que escribes...hablas con certeza de mi miedo más grande..o del acontecimiento al que más le temo, pero por contexto juego a prepararme..te admiro, y mientras te levantas nos levantas a muchos!!!!
    Abrazo!!!

    ResponderEliminar
  2. es bien dificil, regresas a esas ciudades que ahora parecen solo traer nostalgia. pero uno debe de continuar, no hay de otra. es peor quedarse hundido en un ricon. ánimo que nada es para siempre, ni la tristeza.

    ResponderEliminar
  3. Son súper pesadas las primeras veces. Y siempre queda el huequito, pero con el tiempo se va aligerando, lo que está padre es que tu papá se esté esforzando :)

    ResponderEliminar
  4. Te quiero mucho y me alegro tanto de que "este dando el ancho"... me encantan tus descripciones muy tu.

    ResponderEliminar